Maria Dueñas

Dueñas, líder 'best-sellera' 14 mayo

«Unos lectores me han dicho que han bautizado Sira a su bebé», en honor a la protagonista de su best-seller El tiempo entre costuras, cuenta orgullosa María Dueñas, gran triunfadora de la diada, que debía intuir lo que se le avecinaba con La Templanza (Planeta), pues sus dedicatorias, quizá para satisfacer al máximo número de fans eran fugaces, con pequeñas variantes de «Con cariño»: «Con cariño para la mejor madre», «Con muchísimo cariño». Aliviado se quedó un hombre de que cortaran la fila después de él, pues llegaba con dos ejemplares: «Son para dos tietes de 80 y pico años, una vive en Alemania, y les gustas mucho», le revelaba a la autora.«Feliz» con Sant Jordi (lleva unos cuantos), «un día muy especial en el que lectores y escritores compartimos la misma alegría», firmaba Dueñas en la carpa de Casa del Llibre de paseo de Gràcia codo con codo con otra best-selleraDolores Redondo.

Cerrada con Ofrenda a la tormenta (Destino) su negra y mitológica trilogía, la autora de El guardián invisible, ya en la primera firma, apartó rápidamente la silla y se puso de pie: «Es que me gusta estar a la altura del lector, y así hago tres en uno: beso, selfi y firma». Firma que en esta su tercera diada, una jornada «tan intensa como una descarga eléctrica», era: «Gracias por unirte a la magia de Baztán».

Xavier Bosch, en lo alto del podio en catalán con un relato tan infaliblemente santjordiesco como la historia de amor de Algú com tu (Planeta), empezaba tan romántico con sus lectores como en su libro -«Hoy es el día de mirarnos todos a los ojos y compartir un momento de intimidad»-. Previsor para no quedarse sin tinta, iba pertrechado el periodista y escritor de tres bolígrafos negros de punta fina y contento de tener enfrente a sus fans después de «estar muchos meses, más de un año, encerrado escribiendo la novela».

No faltó puntual a la cita con su legión de incondicionales Albert Espinosa, que repartía aquí un beso, allí una caricia, allá unas palabras de ánimo. Llevaba sudadera azul, a juego con su último título, El mundo azul. Ama tu caos (Grijalbo / Rosa dels Vents), y no dudaba en asegurar que, «sin duda, arriesgarse es siempre la solución»: «Hay que reinventar el mundo y para eso hay que dejarse llevar por tu caos, que no es otra que tu instinto». Dio y recibió, como siempre, regalos de sus lectores de todas las edades y condición. Una joven le entregó una rosa hecha con una cápsula de Nespresso; otro, el libro de Mitch AlbomLlamadas desde el teléfono del cielo, otra un lote de mermelada yplum cake, puede que velando para que Espinosa no desfalleciera ante la agotadora jornada de firmas, en las que se prodigaba animoso escribiendo dedicatorias del estilo de «Sois geniales» o «Eres pura luz».

Volvía Martí Gironell con nueva novela histórica, Strappo(Ediciones B). Ya sabe bien el autor de El pont dels jueus qué es un Sant Jordi y sin embargo se mostró encantado de coincidir en las firmas «en la Champions de grandes autores a los que admiro, como Ken Follett y Jo Nesbo». «Yo también haría cola para que me firmaran...». Una Champions llena de superventas.

Noticia publicada en: El Periódico
María Dueñas y Xavier Bosch, los ebooks más vendidos en Amazon.es 14 mayo

'La Templanza', de María Dueñas, y 'Algu com tú', de Xavier Bosch, de ficción castellana y catalana, respectivamente, han sido los ebooks más vendidos durante el día de Sant Jordi, según el ranking de Amazon.es de los títulos digitales más descargados de la jornada, lo que coincide con los libros en papel más vendidos durante esta Diada.

El listado, elaborado a partir de los ebooks más vendidos desde las 0.01 horas de este 23 de abril hasta las 18 horas, sitúa en segunda posición del ranking en catalán 'Un any i mig', de Sílvia Soler seguido de 'Mariona', de Pilar Rahola y 'Les dones de la Principal', de Lluís Llach.

En este 'top 10' catalán también están 'La cuinera', de Coia Valls; 'L'estiu que comença', de Sílvia Soler; 'El món blau estima el teu caos', de Albert Espinosa'; 'També això passarà', de Milena Busquets; 'Un dinar un dia qualsevol', de Ferran Torrent, y 'Dos Taüts negres i dos de blancs', de Pep coll.

El ranking de ficción castellana también lo han ocupado 'La última cripta', de Fernando Gamboa; 'Es un rincón del alma', de Antonia J.Corrales; 'Hombres buenos', de Arturo Pérez-Reverte; la trilogía 'Divergente', 'Leal, 'Insurgente', de Verónica Roth --en este orden--; 'Final de partida', de Ana Romero; 'En Toscana te espero', de Olivia Ardey, y 'Los príncipes azules no existen... ¿o sí?', de Antía Eiras.

Según la directora de Kindle España, Koro Castellano, "la pasión por la literatura se traslada a las calles y también al mundo 'online'", y ha destacado que Sant Jordi es el segundo día del año en el que más libros se venden en Amazon.es.

La Tienda Kindle en Amazon.es ofrece más de 100.000 libros en castellano y la mayor selección de títulos en catalán, euskera y gallego.

 

 

Noticia publicada en: Europapress
Dueñas: 'Sólo he hecho cola para que me firmara un libro Coetzee' 14 mayo

La famosísima autora de 'El tiempo entre costuras' regresa en Sant Jordi con una novela sobre la edad de oro de Jerez y sus bodegas, 'La templanza', y recuerda el viaje de su vida y la única vez que ejerció de fan. Fue en una lectura del Premio Nobel J.M. Coetzee, uno de sus escritores favoritos. Para el día de hoy recomienda la última novela de su amigo Rafael Reig, 'Un árbol caído'. Es el libro que tiene ahora en la mesita de noche.

De pequeña quiso ser de todo. Leía sin descanso y si leía sobre una azafata de vuelo, quería ser azafata de vuelo. Si leía sobre una arqueóloga, quería ser arqueóloga. «Recuerdo que quise ser arqueóloga porque leí un libro de niños arqueólogos», confiesa. Leía mucho a Enid Blyton. Quería ser Jorge, de Los Cinco, la niña-niño que, en realidad, era un álter ego de la pequeña Enid. A María Dueñas le atraen los personajes que se reinventan. Se reinventa Sira, la protagonista de El tiempo entre costuras, y también Mauro Larrea, el protagonista de su última novela, La templanza (Planeta). Quizá porque ella es también un personaje que se reinventó. Un buen día, pasó de profesora (profesora universitaria, profesora de militares, profesora todoterreno) a escritora, y ahora vive con una maleta a medio hacer bajo la cama, lista para, en cualquier momento, subir a un avión. Gajes del oficio de escritora superventas. Que, a veces, tiene que viajar a Washington y a veces, a Taipei. «Lo de la Feria del Libro de Taipei es lo más freak que me ha pasado nunca. Me sentía como el flautista de Hamelin. Rodeada. Fue muy divertido», recuerda. Acaba de posar junto a un montón de botellas de jerez porque en su última novela, la mencionada La templanza, el protagonista se lo juega todo a una carta: la de resucitar una vieja bodega en España. De ahí que viaje de América (continente al que María tiene un cariño especial, después de todo, una vez allí, dice, estuvo a punto de no regresar) a Europa, en concreto, de La Habana al Jerez de la segunda mitad del siglo XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió Jerez en una ciudad rica y cosmopolita, una ciudad avanzada a su tiempo, un tiempo que era, sobre todo, oscuro.

Mauro, el protagonista de la novela, «se ha enriquecido en las colonias, y se presenta en España con un criado indio, pero sin dinero, absolutamente arruinado», adelanta Dueñas. Mauro, el pícaro arruinado ante la jugada maestra. «Se siente obligado a aparentar ser lo que no es para sobrevivir. Tiene cuatro meses para reunir un montón de dinero y regresar a México. Tiene que pagar una deuda», dice. Y todo marcha hasta que se cruza en su camino la fría y calculadora Soledad Montalvo. Entonces Mauro pierde la cabeza y a punto está de perder todo lo demás. «Me encanta la figura del transterrado, literariamente tiene un potencial enorme», dice Dueñas, a quien la vida no la ha cambiado en absoluto, dice, por haberse convertido en una escritora superventas. A menos que viajar a Taipei cuente. «Sigo con los pies en el suelo. Si esto me hubiera pasado con 28 años, igual sí que habría perdido la cabeza, pero no ha sido así. Intento no tomármelo en serio. Soy yo, la misma que de pequeña leía a Enid Blyton. Mis pilares fundamentales siguen siendo los mismos», dice. La misma que pasó una temporada enMichigan. Y se enamoró de México en un viaje en coche.

Corrían los años 80. María vivía en un campus universitario de Michigan. Casi todos sus compañeros volvían a casa por Navidad menos ella, porque, por entonces, «volar a España era carísimo». Así que se metió en un coche con un puñado de amigos y condujeron hasta México. Se cruzaron prácticamente todo Estados Unidos. «Dormíamos donde podíamos. Es el viaje más divertido, más loco, que he hecho nunca. También es el mejor. He hecho muchos viajes después de aquél, pero aquél sigue siendo mi favorito. Fue como una road movie, una road movie en un Chevrolet de tercera mano. El culpable de mi pasión por México», confiesa la escritora, que volcó algo de su experiencia en Estados Unidos en Misión olvido, su segunda novela. «Supongo que lo pedagógico, en mis novelas, es deformación profesional. He sido profesora durante 20 años», dice. En este caso, lo que fue Jerez a mediados del XIX, un momento en el que podía imprimir a la historia «el tono crepuscular» que tenía la España de la época, el del fin del imperio.

¿Y cómo escribe? ¿Tiene cientos de libros sobre la mesa cuando lo hace? Porque lo suyo es siempre viajar al pasado, pero a un pasado tan remoto que siempre debe consultar una gran cantidad de volúmenes. «Soy muy organizada y muy disciplinada. Junto a la mesa en la que escribo tengo una enorme pared en la que voy colgando de todo. Todo lo que tiene que ver con la novela. Cuando estoy escribiendo algo, me encierro y no hago otra cosa que escribir. Parcelo mis calendarios. Tengo épocas para viajar y épocas para escribir. Cuando me encierro a escribir puedo tirarme desde las ocho de la mañana hasta las ocho o nueve de la tarde, escribiendo, sin parar. Bueno, hago un descanso para comer, pero nada más», confiesa Dueñas. ¿Y qué hay de sus escritores favoritos? «Uy, no soy nada mitómana», dice. ¿Y un libro que la haya marcado especialmente? «No soy nada original porque voy a decir El Quijote. Pero es que me parece un libro maravilloso. Y, de hecho, la relación de Mauro Larrea con su criado en La templanza es muy quijotesca, él es un poco el Quijote y su criado, Sancho Panza. Recorren caminos inciertos, como ellos, y el criado tiene la sencillez bruta, humana y primaria de Sancho», contesta. Como pasó mucho tiempo en Estados Unidos, es habitual que lea en inglés. «Cuando paso mucho tiempo en el siglo XIX, como en este caso, que tuve que leer mucha literatura del XIX, necesito airearme y leer novela contemporánea, incluso en inglés», dice.

Si tuviera que elegir un libro para este Sant Jordi recomendaría el de su amigo Rafael Reig, Un árbol caído (Tusquets), que es el que está leyendo ahora mismo. «Lo tengo en la mesita de noche», confiesa. «Es una historia de parejas, durante la Transición», cuenta. ¿Y no hubo ningún escritor que hubiera querido conocer y que pudo conocer gracias a convertirse, de la noche a la mañana, en toda una estrella literaria? «Sí, Vargas Llosa», dice. ¿Y jamás ha hecho cola para que le firme nadie un libro? «Sólo una vez, en la Universidad de Murcia. Vino a dar una charla J.M. Coetzee y me llevé un libro para que me lo firmara. Es el único que tengo firmado como lectora de a pie. Como no soy mitómana, me da igual que los libros estén o no firmados, pero en ese caso me hizo mucha ilusión», asegura. Y a continuación pasa un buen rato buscando la fotografía que le hizo a la firma en su teléfono móvil. Al final casi la encuentra. Mientras, habla de sus propias firmas. ¿Qué acostumbra a poner a sus lectores? «Depende de la cola que tenga. Si no hay prisa, les pregunto cosas y les hago una dedicatoria larga. Pero cuando hay prisa, me limito a un 'con cariño' o 'con afecto'». ¿Qué le puso Coetzee? «Oh, fue muy escueto», dice. Puso To Maria.

Noticia publicada en: El Mundo